1. Conocimiento del entorno: No deje nada a la improvisación. Es importante que muestre que conoce la empresa, lo que requiere el puesto, sus objetivos, sus problemas, el entorno de trabajo, la competencia etc.Visite su página web, busque noticias etc. Esto mostrará su grado de interés y si le hacen preguntas siempre tendrá una opinión formada al respecto. Esto demostrará hasta donde llega su profesionalidad y el entrevistador agradecerá su esfuerzo.
2. Actitud: Nunca subestime el poder de tu actitud. Recuerde que se está vendiendo por lo tanto es crucial que se oriente a ello. Estar bien preparado para una entrevista es el primer paso hacia el éxito. Asegúrese de preparar los elementos de la entrevista por adelantado. Muestre una actitud positiva, entusiasta, predispuesta, activa, nunca ponga impedimentos, procure mostrarse orientado a las soluciones, sea puntual, cuide su presentación, su imagen. Nuestra actitud la mostramos desde que entramos en la empresa hasta que salimos de ella. La confianza y la seguridad que sentirá y que demostrará dependerán de su preparación. Todo influye y recuerde que “le mirarán con lupa”.
3. Mantenga la calma: Escuche atentamente todo lo que le transmita el entrevistador y si algo no queda claro solicite, educadamente, que se lo expliquen de nuevo. Es básico que se tranquilice, se tome su tiempo para responder, piense las respuestas y se exprese con calma, esto demostrará su grado de control.
4. Valórese: Los entrevistadores confiarán más en aquellas personas que se muestran seguras de sí misma que en aquellas que dudan y no confían en su capacidad. Es normal que no cumpla con todos los requisitos que se requieren, si es así y le faltan determinados conocimientos para el puesto siempre puede informar de que los puede adquirir, siempre y cuando se vea capacitado para ello. Es importante mostrar proactividad y disposición a mejorar.
5. Comunicación: Tendrá que hacer uso de la comunicación verbal (lenguaje) y no verbal (gestos y posición del cuerpo). Es importantísimo cuidar nuestros gestos, forma de dar la mano, forma en que nos sentamos o nos disponemos en el espacio de la entrevista, nuestro lenguaje y tono de voz, ya que el entrevistador pondrá mucha atención y lo evaluará. Utilice la sonrisa sin excesos, extienda la mano de manera firme, mire de frente, muestre interés asentando con la cabeza, adopte una postura erguida y no coma, ni beba. Haga uso de un lenguaje que muestre profesionalidad y que sea positivo. Procure evitar excesos y defectos. Recurra a palabras clave: reto, experiencia, futuro, confianza, colaboración, eficacia, proyecto, garantía, responsabilidad, metas, objetivos…Hágalo con confianza y seguridad, sea directo y sencillo. Intente no hablar demasiado y no hacer muchas referencias a su vida personal puesto que no está hablando con amigos, por esta razón es mejor que hable de aspectos relacionados con el puesto.
6. Habilidades y preguntas: Es importante ser consciente de cuáles son nuestras capacidades, los puntos fuertes y débiles, qué podemos ofrecer a la empresa. Prepárese para preguntas en la que deba definirse o destacar alguna característica suya o por qué es usted la persona que debe ser elegida y no otro candidato. Procure destacar en sus respuestas, siempre poniéndose en el lugar del empresario, y no ofrezca respuestas que resulten obvias,(por ejemplo: ser puntual es algo que se debe dar por hecho, es una responsabilidad y no debe ser una virtud, pero si nos describimos como personas orientadas al resultado podremos resultar más atractivos para el entrevistador porque podemos ofrecerle algo…).
7. Currículo: Incluso si ha enviado el currículum electrónicamente, sigue siendo importante llevar copias en papel. En muchos casos, los candidatos se encontrarán que pueden ser entrevistados por varias personas, por lo que siempre es importante contar con suficientes historiales para todos. Nuestro Cv es nuestra tarjeta de visita y debe estar presentable, él habla de nosotros y el cuidado que le prestemos el entrevistador lo asociará con el que tendremos en el futuro en nuestro puesto de trabajo. La forma en la que lo entregues hablará de ti. …).
8. Referencias profesionales: Asegúrese de llevar una lista de 3-5 referencias profesionales. Incluir información de cada referencia de contacto, incluyendo dirección de correo electrónico, así como la relación mantenida en el anterior puesto de trabajo. Más y más compañías están recurriendo a las referencias personales para completar el proceso de la entrevista. Con ello muestra que confía en su capacidad, que otras personas confían en usted como empleado y generará confianza en un tercero. Recuerde que siempre pueden comprobarlas llamando a las personas que te refieren.
9. Muestras: En el proceso de selección de algunas profesiones se requiere que el candidato proporcione muestras de su trabajo. Asegúrese de llevar un muestrario de sus trabajos o aporte su página web o portafolio etc. Por ejemplo, un arquitecto puede traer muestras de sus diseños, mientras que un profesor puede llevar horas de clase o un ejemplo de un plan de enseñanza o un dossier. De esta manera el entrevistador podrá evaluar la calidad de su trabajo. No olvide impactar al entrevistador y procure que le recuerde por la muestra de un buen trabajo, esto le brindará más oportunidades.
10. Preguntas finales: Algunos directores de recursos humanos pondrán fin a la entrevista preguntándole al candidato si tiene alguna duda. Preparar una lista de antemano no estaría de más. Es una gran idea, para hacer esto debe revisar cuidadosamente el sitio web de la empresa. Las preguntas deben ser sugerentes y relevantes y mostrarán el verdadero interés que usted tiene por la empresa y el puesto.
No olvide: apagar el móvil, rellenar de forma pulcra las solicitudes que le entreguen, evitar discutir sobre sueldos e incentivos, no divagar en sus respuestas, no mostrar “amiguismo o familiaridad” con el entrevistador por muy cordial y amistoso que se muestre, no interrumpir, no elevar demasiado la voz, no parafrasear sobre una misma idea, enfocarnos siempre en frases positivas y alentadoras, evitar titubear a la hora de contestar, mirar fijamente en vez de divagar con la mirada recorriendo toda la habitación dejando entrever los nervios o la inseguridad sobre sí mismo ante el puesto, mostrarse positivo.