El coach promueve el entrenamiento mental lo que repercute en cambios, a nivel emocional y conductual, favorece a la acción y búsqueda del logro.
En el caso del deportista de elite esto adquiere mayor importancia, su práctica profesional está sometida a un reto duro, constante y a la consecución de resultados. Por esta razón, se trabaja para conseguir el desarrollo de alto rendimiento: espíritu de lucha, perseverancia, resistencia al dolor y el fracaso, disciplina, autoconfianza, mantener la motivación, compromiso, mejorar la concentración y gestionar las emociones.
El coach ayuda al deportista profesional a conocer su mente, sus emociones y a analizar cómo sus acciones pueden influir en el resultado. Le ayuda a tomar conciencia de las barreras internas y externas que le sabotean, en determinados momentos, y le ofrece herramientas para superarlas. Le guía para reconocer sus cualidades y áreas de mejora para progresar. Busca el equilibrio utilizando herramientas, técnicas y métodos que favorecen el funcionamiento armónico de los procesos, corrigen desequilibrios y mejoran el rendimiento general, generando confianza y seguridad.
El coach ayuda al deportista profesional a conocer su mente, sus emociones y a analizar cómo sus acciones pueden influir en el resultado. Le ayuda a tomar conciencia de las barreras internas y externas que le sabotean, en determinados momentos, y le ofrece herramientas para superarlas. Le guía para reconocer sus cualidades y áreas de mejora para progresar. Busca el equilibrio utilizando herramientas, técnicas y métodos que favorecen el funcionamiento armónico de los procesos, corrigen desequilibrios y mejoran el rendimiento general, generando confianza y seguridad.
Publicado en MARCA el 8/10/2013